Expediente Vallecas
En términos de demonología existen las denominadas "Tres
fases Demoniacas" usada por los parapsicólogos, demonólogos y por la
Iglesia Católica;
- Infestación: Los
susurros, escuchar pasos, la sensación de sentir otra presencia.
-Opresión: La víctima
quien psicológicamente es muy débil se convierte en el blanco de una fuerza
externa destrozando a la víctima destruyendo su voluntad
-Posesión: Es la fase
donde el ente/espíritu demoníaco posee un cuerpo humano para corromperlo debido
a que estos espíritus oscuros jamás han tenido un cuerpo físico.
La razón por la que he
escrito estas fases es muy sencilla. Desde hace unos meses y tras el estreno de
la película Ouija ha vuelto la moda
de este "juego". Tanto es así que unos grandes almacenes cuya mascota
es una jirafa vende la tabla de la ouija en su sección de juegos de mesas. Sin
tener la mera concienciación de lo que este juego puede provocar en el ser
humano. Muchos no creerán en el juego y que en teoría abre una puerta al otro
mundo. También puede contactar con nuestro lado más oscuro. Con nuestro
subconsciente y es este quien controla el vaso y habla atreves de él sin ser
consciente. Provocando en la persona graves problemas mentales que puede llegar
a tener una gran depresión e incluso a suicidarse.
Si hablamos del juego
de la Ouija en España debemos mencionar el caso más dramático ocurrido en
nuestro país. Estoy hablando del caso de Estefanía Gutiérrez Lázaro en
Vallecas, Madrid.
Los hechos sucedieron
en marzo de 1990 cuando Estefanía y un grupo de amigas hicieron el juego de la
ouija en el instituto con el único fin de contactar con el novio de una amiga
quien había fallecido en un accidente de motocicleta.
Mientras jugaban el
vaso se empezó a llenar un misterioso humo pero fueron sorprendidas por un
profesora la cual rompió el vaso y el tablero. En el momento que se rompió el
vaso, el humo negro que había entró por la nariz de Estefanía.
Desde aquel momento la
vida de Estefanía cambio para siempre. Empezó a escuchar pasos y unas voces que
la llamaban por su nombre además de invitarlas a unirse a ellos. A medida que
pasa el tiempo la joven Estefanía empeoraba hasta el punto de pelearse con sus
hermanos en la que sacaba una fuerza descomunal e insultarlos con una voz ronca
más parecida a la de un hombre adulto que la de una adolescente.
A raíz de aquello
Estefanía estuvo en varios centros de salud mentales hasta que en agosto de
1991 entro en el hospital Gregorio Marañón de Madrid en estado de coma donde
falleció.
La muerte de la joven
no fue más que la última pieza de todo lo que estaba por venir. Pues los
fenómenos paranormales que atacaban a la joven desde aquel momento empezaron a
atacar a toda la familia. Bajadas de temperaturas en el piso de Vallecas
similares a como si fueran una cámara frigoríficas. Voces e insultos. Figuras
negras que se paseaban por toda la casa. Incluso una fotografía de Estefanía
empezó a arder por si sola delante de toda la familia.
La auténtica
desesperación llegó en noviembre de 1992 cuando la familia Gutiérrez Lázaro
llamo a la policía debido al estado en el que se encontraban. Los crucifijos y
los cuadros empezaron a dar vueltas por toda la casa.
Se presentaron seis
policías entre ellos el inspector José Negri quien no creía en todo aquello y
vio que en el piso vallecano no ocurría nada de nada les comunico a Concepción
Lázaro y a Máximo Gutiérrez que se volvía la comisaría y les parecía todo
aquello un broma de mal gusto.
Antes de que el
inspector abandonase la casa los fenómenos sobrenaturales comenzaron de nuevo a
manifestarse ante los ojos de los policías y de la familia.
Ante aquello el
inspector de policía dejó por escrito todo lo sucedido aquella noche de
noviembre de 1992. A día de hoy la acta policial aun se encuentra en Madrid.
La familia Gutiérrez
Lázaro termino vendiendo el piso de Vallecas y por fin encontraron la paz que
desearon. El piso fue comprado por otra familia y hasta la fecha no se han
manifestado ningún fenómeno sobrenatural.
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